Las Brujas Catalanas | Poderes de las Brujas
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Todo el mundo ha oído la expresión “llueve y hace sol, las brujas se peinan” es que los fenómenos más agresivos o extraños - caída de granizo, heladas, niebla, etc. – se creía que eran provocados por las brujas y brujos. También podían hacer el mal y provocar accidentes, pero los más temidos eran estos cambios de tiempo que afectaban a la vida diaria de la población, ya que dependía de la tierra.
En la cultura popular catalana, hay un gran número de leyendas sobre el personaje de la bruja, muchas de ellas comunes con otros pueblos de Europa. En el imaginario popular, la bruja es una mujer que, por medio de un pacto con el demonio, ha conseguido poderes sobrenaturales, los cuales utiliza en beneficio propio o con fines maléficos. Durante la edad media, el poder eclesiástico fomentó estas creencias entre la población , ya que utilizó a las brujas como cabeza de turco de todas las calamidades, o para marginar, apresar y hasta ejecutar a las personas, sobre todo mujeres, que no encajaban en el orden social establecido.
Brujas y brujos tenían puntos de encuentro para realizar sus famosos aquelarres en los que hacían todo tipo de magia y, también, sobrevolaban parajes con sus escobas. Era allí donde se reunían para bailar alrededor del fuego, comer, beber, e inhalar vapores y humos de diversas hierbas.
El pacto con el demonio
Se creía que las brujas obtenían sus poderes mediante un pacto con el diablo. Existían muchas leyendas sobre los detalles de la ceremonia. Además, el demonio les otorgaba poderes y las hacía inmortales.
La marca del demonio
Se solía creer que las brujas tenían una marca característica en la piel, fruto de su pacto con el diablo. Según las creencias populares, esta marca podía tomar muchas formas, como una verruga. Los poderes de las brujas Gracias a su pacto con el demonio, las brujas tenían poder para hacer toda clase de maldades. También era creencia popular que podían volar a caballo de horquillas o de escobas.
Fechas señaladas
Hay fechas señaladas en las que se creía que las brujas celebraban grandes reuniones o aumentaban su poder. Las más conocidas son la noche de Todos los Santos y la noche de San Juan.