Gueraula de Codines
Índice de artículos
GUERAULA DE CODINES (SUBIRATS 1275 - SUBIRATS 1340)
Fue una sanadora catalana, también conocida como Garalda. Mujer de gran sabiduría médica que curaba, a través de la observación de la orina, enfermedades como el mal de gotornons (dolor de garganta que afecta más a los niños). Para sus congéneres, era una excelente sanadora a quien le reconocían autoridad médica, pero las autoridades de la época vieron un peligro y la acusaron de sortílega y adivinadora.
La historia profesional de Gueraula empezó en Vilafranca del Penedès, donde pudo aprender de un médico árabe llamado Bofim. Lo que aprendió, junto con conocimientos de hierbas curanderas y tradicionales, lo puso en práctica a Subirats donde, para sus congéneres, era una excelente sanadora a quien le reconocían autoridad médica, pero las autoridades de la época vieron un peligro y la acusaron de sortílega y endevinadora. Era una sospecha suficientemente grave, puesto que consideraban un acto de superstición hacer sortilegios o conjurar, pronunciar fórmulas sanadoras en la sanación, porque veían la aplicación de una fuerza misteriosa por la vinculación de ciertos ritos o fórmulas verbales que provocarían una guarició fuera de la normalidad, o sea que podía haber un efecto mágico. Pero ella estaba dispuesta a comparecer ante el obispo sin temer nada y explicar su práctica sanadora.
Su primera aparición fue el 19 de diciembre del 1304, embarazada de su hijo, ante el obispo de Sant Cugat del Vallès, Ponç de Gualba. Es presentada como reincidente, porque ya había estado penitenciada con anterioridad. En su declaración relata que curaba varias enfermedades, tanto de personas como de animales, como la enfermedad de llegodisses o gotornons, también el mal de vivas e de terçó y la gota. Para curar recitaba las oraciones cristianas del Padre, el Ave, el Credo, hacía la señal de la cruz y decía unas fórmulas verbales como la que usaba para curar la gota, que decía así:
Conjuro-te, gota,
conjuro-te, toda,
conjuro-te por Dios
e por madona santa Maria
por los sin e por las sientas que auia:
que así no pusques parar
ni eses caschar
ni popa machar
ni día pasar
ni punto dar ni raíz metro.
Por la corte celestial,
que esta persona no aia mal.
Para curar los animales solos recitaba lo Paternòster y el Ave María. Se describe que también hacía un rito compuesto de dos elementos, la cosa y el gesto, que consistía a hacer, encima la cola del animal enfermo, una cruz hecha con paja de cebada y un gesto con los dedos pequeño y índice. En esta primera comparecencia, citada como sospechosa, a la pregunta del obispo de si sabe sobre medicina declarará, con voz firme, que solo su actividad médica de la observación de la orina para diagnosticar la enfermedad y también relatará que los enfermos acudían a ella en gran número. A partir de la observación de la orina, de su apariencia, podía ver si era una simple fiebre y entonces el remedio era ayuno y abstinencia; si era más grave, recomendaba al enfermo que fuera a un médico.
El obispo pondrá la pena del juramento de no practicar jefe más conjuro, adivinación ni medicamento; pena de estarse algunos domingos (además de la Navidad, Fin de año y la Epifanía) derecha y sin capa junto al cura durante la misa mayor, tener que proclamar en todo el pueblo que ella no sabía nada de medicina y que cabe persona tenía que acudir a ella debajo amenaza de excomunión; peregrinar a Montserrat una vez hubiera nacido su hijo; no decir el Padrenuestro ni el Ave María durante un año. Si reincidía, pasaría a la categoría de convicta de crimen.
En julio del 1307 Gueraula se presenta ante el obispo de forma espontánea y por voluntad propia, mostrándonos su fuerza y determinación a decir la verdad y manifestar su capacidad como sanadora. Reiterará el que ya había declarado con anterioridad y relatará con más detalle su práctica diciendo que también diagnosticaba por el polvo, daba consejos a los malatos y que curaba la tisis. Explicará que había aprendido a curar de la observación médica, treinta años antes, cuando tenía unos quince años, del médico moro En Bofim en Vilafranca del Penedès, por lo tanto ella había aprendido de un médico. El obispo entonces quiso consultar a dos médicos de Barcelona sobre las actividades sanadoras de la Codines, y estos dieron una valoración positiva. El obispo consintió finalmente que la Gueraula continuara con su práctica médica con una licencia parcial por la cual solo podía observar, diagnosticar y dar consejo a los enfermos sin conjuros ni medicamentos.
La autoridad eclesiástica el 1328 tendrá indicios que la Gueraula continúa con los conjuros y sortilegios. Esta vez la ley será más dura y la pena será la prisión por reincidente. Pero pasó a tener libertad condicional bajo fianza —proporcionada por su hijo— de quinientos sueldos. Dos años más tarde pasó el caso al inquisidor, pero solo se puede suponer que hizo un procedimiento, puesto que no hay más información sobre las prácticas sanadoras de la Gueraula de Codines, ni qué fue la pena, como tampoco sabemos nada más del que fue de su vida —cuando ya contaba alrededor de los setenta años.
Gueraula fue una mujer decidida y resuelta en la defensa de su práctica sanadora, una práctica de vida y de relación con los enfermos. Hoy en día es reconocida como precursora de la medicina en una época en que las mujeres que la practicaban, que tenían vetados tanto el aprendizaje como el ejercicio de esta disciplina, eran perseguidas y acusadas de brujería.
https://www.sapiens.cat/temes/dones/gueraula-de-codines-guaridora-sense-por_16816_102.html,
https://pbs.twimg.com/media/CuFDAzdXYAAqR9a.jpg:large,
https://www.galeriametges.cat/Upload/Imatges/6/5/9/6590.jpg,
https://www.galeriametges.cat/Upload/Imatges/6/5/8/6589.jpg,
https://ca.wikipedia.org/wiki/Gueraula_Codines,